Cómo Limpiar, Tonificar e Hidratar el Rostro antes de Dormir
Durante el día la piel nos protege de las agresiones externas, del sol, el aire y la contaminación, pero al caer la noche, entre las 11pm y las cuatro de la mañana específicamente, se regulariza el flujo sanguíneo y se aceleran al máximo los procesos celulares responsables de la regeneración natural de la epidermis.
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Según los expertos, la capacidad de renovación celular nocturna, que incluye la restauración de la elastina y el colágeno, es más lenta pero dos veces más elevada que la diurna, lo que se traduce en que la piel adsorbe más y mejor los nutrientes al final del día.
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Limpiar, tonificar e hidratar el rostro antes de acostarte
Existe la falsa creencia de que sólo debemos limpiar a profundidad el rostro si hemos usado maquillaje durante el día, pero nada más alejado de la realidad; la grasa que segregamos de forma natural y otros agentes contaminantes, como el humo y el polvo, se adhieren al rostro sin que nos demos cuenta.
Por eso es importante limpiar, tonificar e hidratar el rostro antes de irnos a la cama aunque el cansancio y la flojera se apoderen de nosotras.
Limpieza
Existen dos tipos de impurezas: las grasas (el maquillaje y el sebo) y las acuosas (el polvo, las células muertas y la transpiración), y como el agua y el aceite se repelen, debemos utilizar productos de composiciones distintas para aniquilar a unas y otras.
Para las primeras lo más efectivo son las lociones oleosas o las leches limpiadoras. Aplícalas de adentro hacia afuera dando un ligero masaje en el rostro, y retíralas con ayuda de un algodón o toalla húmeda.
Para eliminar las segundas es necesario dilatar los poros, esto se logra usando agua micelar, gel o espuma limpiadora, o un jabón en barra que sea dermatológico. Al finalizar, aclara con agua y seca bien el rostro.
Tonificación
La tarea del tónico es preparar el cutis para su hidratación y nutrición, eliminando cualquier resto de impureza, calmándola, refrescándola y contrayendo los poros. Aplícalo uniformemente en todo el rostro dando suaves golpecitos con algodón y déjalo secar.
Para lograr un óptimo resultado y evitar reacciones adversas es vital que se ajuste a tu tipo de piel. Si es seca elige uno libre de alcohol o sustitúyelo por aguar termales; si es grasa o mixta, opta por uno que sea astringente o reemplázalo por agua de rosas. En ambos casos, prefiere los que contienen vitaminas. Si tienes pigmentación irregular y falta de luminosidad, elige un tónico regular de melanina.
Hidratación
Sólo cuando la cara está perfectamente limpia y tonificada es que debes aplicarte una crema hidratante, de lo contrario, sellarás todas las impurezas que se han acumulado en las distintas capas de la piel a lo largo del día, evitarás que respire y darás paso al acné y al envejecimiento prematuro.
Para que el rostro y sus alrededores conserven su flexibilidad, lozanía y resistencia, debes distribuir la crema en escote, cuello y rostro, presionando la piel levemente con movimientos circulares y ascendentes, para facilitar su penetración y favorecer la circulación sanguínea.
Tratamientos complementarios
A medida que avanzan los años las necesidades de la piel cambian con la aparición de los primeros signos de flacidez, los poros dilatados y las arrugas superficiales, por lo que resulta positivo incluir en nuestra rutina nocturna productos acordes a nuestra edad, que estén diseñados específicamente para prevenir y corregir este tipo de afecciones cutáneas.
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Los productos que contienen vitamina E, por ejemplo, aumentan el flujo sanguíneo epitelial, oxigenan los tejidos, neutralizan los radicales libres, refuerzan las capas celulares, son antioxidantes y reafirmantes.
Mientras que la rosa mosqueta repara y regenera la piel, el ácido gamma-orizanol regula la temperatura y evita la oxidación, los ácidos orgánicos no tóxicos que proceden de las frutas aceleran la renovación celular, rejuvenecen y atenúan las líneas de expresión y el extracto de soja estimula la producción de colágeno rellenando la piel de adentro hacia afuera.
Dormir bien también influye positivamente en la salud de la piel porque evita la aparición de gestos desencajados, tensiones musculares, líneas de expresión y ojeras.
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