Evita el sufrimiento y la caída del cabello después de exponerlo al sol

Sin la protección adecuada, el pelo se debilita por culpa de las radiaciones solares, el cloro, la arena, el viento o la sal. Así que protege tu cabello del sol y frena sus efectos, no te arrepentirás.

 

A cualquier edad

 

Proteger el cabello sigue siendo una asignatura pendiente. El pelo no tiene un sistema específico de defensa, como ocurre con la piel y, una vez dañado, no se renueva. Si no quieres pasarte todo del año tratando de reparar el desastre sufrido durante tus vacaciones, sigue nuestros consejos.

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Sea cual sea tu edad, debes saber que las exposiciones prolongadas al sol hacen que los rayos UV causen estragos en el cabello, deshidratándolo y debilitándolo. Además, se puede llegar a quemar, sobre todo, el coloreado. Por eso, es aconsejable el uso de tratamientos específicos que protejan la fibra capilar antes y durante la exposición, y de productos reparadores para después.
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La aplicación de los protectores solares capilares es idéntica a la de los productos para la piel. Media hora antes de bajar a la playa, hay que extender una cantidad generosa de filtro solar para que proteja la estructura del cabello y evite que se deshidrate y que se vuelva frágil. Hay que renovar su aplicación cada dos horas y también después de cada baño.
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Es importante utilizar sombreros o pañuelos para protegerse de la acción directa de los rayos solares, especialmente, si esta teñido o lleva algún tipo de moldeado. En casa, lávalo con champús específicos y aplícate bálsamos reparadores. Y, una vez a la semana, date una mascarilla para nutrirlo.
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Contraste de temperatura

 

El cabello también sufre con los contrastes térmicos a los que le sometemos en las vacaciones. Cuando nos damos un baño en la playa, el agua está a unos 23o C y, cuando salimos, el termómetro marca los 39o C.
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Pasa lo mismo si vienes de la calle, con el mercurio marcando los 40o C, y entras en un local cerrado y el aire acondicionado está a 22o C. El dr. Steve Shiel, científico de Procter & Gamble, asegura que 'un incremento de temperatura de 21o C a 35o C aumenta significativamente la posibilidad de daño y rotura del cabello'.
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La solución para paliar este problema es proteger el pelo con un producto muy hidratante que forme una película protectora sobre la fibra capilar para que mantenga sus niveles idóneos de agua y evite que se deshidrate y se reseque en exceso.
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Pelos al mar

 

Contrariamente a lo que la mayoría piensa, el agua marina constituye un auténtico tratamiento de belleza, no sólo para el pelo, sino también para el cuero cabelludo.
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Es rica en oligoelementos y en yodo, que nutren y tonifican. Sin embargo, un cabello impregnado de sal y expuesto directamente a las radiaciones solares es un cóctel de efectos demoledores.
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La razón es que la sal marina se adhiere a la fibra capilar y actúa como una lupa. En los días de sol muy fuerte, el pelo puede incluso llegar a quemarse.
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Estos problemas se agudizan en los cabellos teñidos, puesto que son más porosos y están muy desprotegidos. Si éste es tu caso, no dudes en utilizar protectores capilares específicos para cabellos coloreados.
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El factor cloro

 

No olvides que el cloro de las piscinas es el responsable de que muchas melenas rubias acaben en tonos verdosos. Y es que es una especie de lejía que agrede al cabello.
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Si a esto añadimos que, en la mayoría de las piscinas, usan alguicidas para tratar el agua, cuyo principal ingrediente es el sulfato de cobre, entenderás por qué los cabellos rubios se vuelven de color verde.
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Así que, después de bañarte, enjuágate el cabello con abundante agua dulce. Haz lo mismo cada vez que te des un chapuzón en el mar.
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Elimina la humedad del cabello con una toalla y déjalo que se seque al aire. Es el momento perfecto para que le des unas más que merecidas vacaciones a tu secador.
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En las vacaciones recuerda

 

ANTES de marcharte, pásate por tu peluquero y córtate las puntas, porque un pelo saneado se defiende mejor de las agresiones. Si te lo tiñes, date un tono más oscuro de tu color habitual.
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DURANTE las vacaciones, hazte un tratamiento extra de hidratación. Si eres castaña con mechas rubias, sin la protección adecuada, lo más normal es que se vuelvan anaranjadas. Si eres precavida es mejor que las matices cada 15 días con un baño de color o con un tinte no permanente.
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DESPUÉS es ineludible que te pases por un salón de peluquería para que valoren el estado de tu cabello. Si lo has mimado, un tratamiento rico en sales minerales, proteínas y queratina será suficiente para que lo luzcas sano.