Cómo aumentar tu omega-3 de forma efectiva

El consumo moderado de vino aumenta los niveles de Omega-3 “El vino es la más sana e higiénica de las bebidas” Louis Pasteur (1822. Químico francés descubridor de la pasteurización). Una copa de vino al día en las mujeres y dos en los hombres, aumenta los niveles de Omega-3, según un estudio realizado por la Universidad italiana Católica de Campobasso.
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Los niveles de Omega-3 son más altos en las personas que beben vino con moderación, en comparación con los que ingieren otras bebidas alcohólicas, como la cerveza. Ésta es la principal conclusión del estudio INMIDIET, en el que se ha examinado a 1.604 ciudadanos de entre 26 y 65 años, de Inglaterra, Bélgica e Italia.Romina di Giuseppe, autora de este estudio realizado por la Universidad Católica de Campobasso (Italia), explica que "aunque los mecanismos no están completamente definidos, se encontraron algunas pruebas de que el consumo de alcohol podría influir en el metabolismo de los ácidos grasos poliinsaturados esenciales, como los Omega-3”.

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El estudio ha demostrado que las personas que beben cantidades moderadas de alcohol, una copa diaria para las mujeres y dos para los hombres, presentaron una concentración más elevada de ácidos grasos Omega-3 en plasma y de glóbulos rojos, independientemente de su consumo de pescado.Los beneficios del vino se conocen desde la antigüedad, pero no es hasta finales del siglo XX cuando se establece la evidencia científica de sus virtudes para la salud gracias a la observación epidemiológica de la llamada “paradoja francesa”, tras observarse una menor tasa de mortalidad por enfermedad coronaria en Francia a pesar de tener alto consumo de grasas saturadas y de derivados de productos lácteos ( lo más destacado la mantequilla), lo que empezó a relacionarse con los niveles de consumo de vino tinto.
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Virtudes del Omega-3

Los Omega-3 son ácidos grasos poliinsaturados esenciales (el organismo humano no los produce internamente). Se encuentran en pescados azules (atún, sardinas, boquerón, anchoa, salmón, trucha, cazón, pez espada, rodaballo, palometa, caballa o jurel) y en vegetales como el cañamón, semillas de lino o nueces. Actualmente, existen además muchos alimentos enriquecidos artificialmente con Omega-3 como la leche, leche de soja, galletas o huevos.
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Estos ácidos tienen efectos beneficiosos, entre los que destacan: la reducción de los triglicéridos, disminuye la acumulación de placas ateroscleróticas (endurecimiento de las arterias), reduce la inflamación del corazón, previene las alteraciones en el ritmo cardíaco y minimiza las probabilidades de coágulos de sangre, mejorando el revestimiento de los vasos sanguíneos.
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Pero entre sus mayores virtudes destaca que aumentan los niveles de colesterol HDL, el colesterol bueno. En el caso del consumo de vino, ésto se explica porque las uvas que se emplean para su fabricación contienen una sustancia llamada resveratrol que aumenta los niveles de HDL.
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Por todos estos beneficios, el consumo de Omega-3 se ha demostrado eficaz en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, la fibrosis quística, la prevención de la demencia o el asma.
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